QOM, Irán. – El gobierno iraní confirmó este sábado que varias de sus instalaciones nucleares fueron atacadas por fuerzas extranjeras. Según informaron medios estatales, la planta nuclear de Fordow, ubicada en la provincia de Qom, fue uno de los principales objetivos de lo que describieron como “bombardeos enemigos”.
Un comunicado divulgado por la agencia estatal IRNA reconoció que, durante la noche, las defensas aéreas de la región fueron activadas tras identificar objetivos hostiles. Parte del sitio nuclear de Fordow fue alcanzado por los ataques, aunque no se han reportado víctimas ni daños materiales concretos hasta el momento.
Las ofensivas no se limitaron a esa instalación. Isfahán y Natanz, dos de los centros más importantes del programa de enriquecimiento de uranio en Irán, también fueron blanco de los bombardeos. Así lo confirmó Akbar Salehi, vicegobernador de Isfahán, quien indicó que los ataques se produjeron en las zonas cercanas a esos sitios estratégicos.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, confirmó horas más tarde que las fuerzas armadas estadounidenses ejecutaron la operación militar contra los tres centros nucleares iraníes. “Hemos completado nuestro exitoso ataque a los tres sitios nucleares en Irán, incluyendo Fordow, Natanz y Esfahan”, escribió en su cuenta oficial en la red social Truth.
Trump aseguró además que “una carga completa de bombas fue lanzada en el sitio principal, Fordow” y afirmó que “todos los aviones están ahora fuera del espacio aéreo iraní”. En otro mensaje, el mandatario agregó de forma tajante: “Fordow ha desaparecido”.
De acuerdo con el propio presidente republicano, la ofensiva tuvo como objetivo interrumpir el desarrollo del programa nuclear iraní, en un momento de tensión creciente entre Teherán y Washington. “Felicitaciones a nuestros grandes guerreros americanos. No hay otro ejército en el mundo que podría haber hecho esto. ¡Ahora es el momento de la paz!”, escribió Trump.
El mandatario describió la acción como un “momento histórico para los Estados Unidos, Israel y el mundo”, al tiempo que exigió a Irán poner fin a cualquier intención bélica.
Según fuentes internacionales, el gobierno de Israel habría presionado a la administración estadounidense para ejecutar el ataque, en medio del estancamiento de las negociaciones nucleares con Irán.