Santo Domingo, R.D. – [11 de julio de 2025]
Varias personas, tanto residentes en República Dominicana como en el extranjero, han denunciado públicamente ser víctimas de una presunta estafa relacionada con la compra de apartamentos en el proyecto inmobiliario “Punta Cana Macao”, promovido por la empresa Espinal Inmobiliaria.
Entre los denunciantes figura una ciudadana dominicana residente en Estados Unidos, quien afirma haber invertido más de 800 mil pesos en una unidad del proyecto y asegura no haber recibido ninguna respuesta formal tras los múltiples incumplimientos. La víctima relata que, pese a haber solicitado la devolución de su dinero, la empresa ha incumplido los plazos y ha ignorado las solicitudes, prolongando la situación por más de un año sin entregar el apartamento ni reembolsar los fondos.
A esta denuncia se suma la de un ciudadano italiano con más de dos décadas de residencia en República Dominicana, quien también asegura haber sido estafado por la misma inmobiliaria. Según su testimonio, entregó más de dos millones de pesos dominicanos para la adquisición de un apartamento en el mismo proyecto. Tras varios incumplimientos contractuales y promesas rotas por parte de los desarrolladores, decidió acudir a los medios para advertir a otros posibles compradores.
Otra víctima, también residente en EE.UU., reveló que entregó una suma cercana a los 15 mil dólares con la esperanza de adquirir una propiedad en el proyecto. Sin embargo, al igual que los demás, no ha recibido ni el apartamento ni respuesta alguna, a pesar de las múltiples gestiones y comunicaciones con la empresa responsable.
Las víctimas coinciden en señalar que la inmobiliaria ha incurrido en reiterados incumplimientos contractuales, falta de transparencia y evasión de responsabilidades. Además, hacen un llamado enérgico al Gobierno dominicano y a las autoridades correspondientes para que investiguen a fondo el caso y tomen medidas concretas que garanticen justicia para los afectados y eviten que más personas caigan en situaciones similares.
Este caso pone nuevamente en el foco público la necesidad de mayor supervisión y regulación en el sector inmobiliario del país, especialmente en polos turísticos como Punta Cana, donde muchos extranjeros y dominicanos residentes en el exterior buscan invertir con confianza.