Londres.- Las víctimas de un audaz robo de joyas, valorado en 10,4 millones de libras esterlinas (más de 12 millones de euros), ocurrido en una exclusiva mansión del barrio londinense de Primrose Hill, han ofrecido una recompensa de 1,5 millones de libras (1,8 millones de euros) por información que permita capturar al ladrón y recuperar los artículos sustraídos.
La Policía Metropolitana de Londres (Met) confirmó este martes que, además de una compensación económica de 500.000 libras (605.000 euros) por datos que conduzcan al arresto y condena del responsable, los propietarios de las joyas también están ofreciendo el 10 % del valor de cualquiera de las piezas recuperadas.
El robo tuvo lugar la tarde del pasado 7 de diciembre, cuando un intruso accedió a la vivienda escalando hasta una ventana del segundo piso, aprovechando la ausencia de los propietarios.
Según la descripción proporcionada por la Met, el sospechoso es un hombre blanco de entre 20 y 30 años, de complexión media, que vestía una sudadera oscura, pantalones cargo y una gorra de béisbol gris. Durante el asalto, cubrió su rostro para evitar ser identificado.
Entre los artículos sustraídos destacan exclusivos bolsos de lujo, como modelos de Hermès y Crocodile Kelly, así como joyas personalizadas, incluidas piezas únicas de anillos y pendientes de diamantes, collares de zafiros y pulseras de oro con esmeraldas, cuyo valor total asciende a 10,4 millones de libras.
El detective Paulo Roberts, encargado de la investigación, calificó el delito como "descarado" y subrayó que muchas de las joyas tienen un valor sentimental y un diseño único, lo que facilita su identificación.
Medios locales han señalado que las joyas robadas pertenecen a la multimillonaria coleccionista de arte Shafira Huang y su familia, quienes han expresado su desesperación por recuperar las piezas, no solo por su valor económico, sino también por su significado personal.
Cualquier persona con información relevante puede contactar a las autoridades, quienes han destacado que este caso es una prioridad en su lucha contra el crimen organizado en Londres.