La capital haitiana fue nuevamente escenario de una alarmante escalada de violencia. Miembros armados de la coalición criminal Viv Ansanm perpetraron un devastador ataque contra el reconocido concesionario de automóviles Automeca, ubicado en la carretera al aeropuerto de Puerto Príncipe, reduciendo a cenizas decenas de vehículos. Las imágenes que circulan en redes sociales evidencian la magnitud del incendio y el nivel de impunidad con el que operan estos grupos.
Según reportes del medio digital Noticias Kominotek, Automeca es uno de los principales distribuidores de automóviles del país, lo que resalta el severo impacto económico que este tipo de actos violentos inflige sobre una nación ya sumida en una profunda crisis de seguridad.
Este nuevo atentado se suma a una larga lista de agresiones cometidas por la coalición Viv Ansanm, incluyendo ataques a infraestructuras clave como el puerto, escuelas, universidades, comisarías, prisiones, ministerios, instituciones bancarias, y hasta la histórica Imprenta Nacional. También se han registrado ataques incendiarios contra depósitos, vehículos particulares, farmacias, templos religiosos y residencias de altos funcionarios, entre ellos la del excomandante de la Policía Nacional de Haití, Frantz Elbé.
La violencia ha alcanzado incluso a la aviación civil. En un incidente reciente, los pandilleros abrieron fuego contra una aeronave de la aerolínea estadounidense Spirit Airlines durante una maniobra de aterrizaje, hiriendo a una azafata y obligando a la aeronave a desviarse hacia República Dominicana. Posteriores inspecciones revelaron daños por impactos de bala en aviones de JetBlue y American Airlines.
A pesar de la presencia de la Policía Nacional, el Ejército y fuerzas extranjeras en el país, los grupos armados siguen actuando con creciente audacia, lo que pone en entredicho la efectividad de las estrategias de seguridad actuales.
Las autoridades locales e internacionales enfrentan una creciente presión para tomar medidas contundentes que garanticen la seguridad de la población civil y la protección de la infraestructura crítica del país.