Santo Domingo, R.D. – Este 24 de abril se conmemoran 60 años del inicio de la Revolución de Abril de 1965, una de las gestas más trascendentales de la historia dominicana, donde el pueblo y un sector de las Fuerzas Armadas se alzaron con valentía para exigir el retorno del orden constitucional y enfrentar, incluso, la intervención militar de los Estados Unidos.
Lo que comenzó como un levantamiento cívico-militar, impulsado por jóvenes oficiales y civiles comprometidos con la Constitución de 1963 y el retorno del presidente derrocado Juan Bosch, rápidamente se transformó en una insurrección nacional. La rebelión tomó cuerpo la mañana del 24 de abril con acciones en el campamento 16 de agosto y la base militar de la avenida 27 de Febrero.
La lucha enfrentó a dos bandos claramente definidos: los constitucionalistas, liderados por el coronel Francisco Alberto Caamaño, defensores del retorno democrático; y los sectores conservadores del régimen, encabezados por el general Elías Wessin y Wessin, con apoyo directo de Estados Unidos, que justificó su intervención alegando una supuesta amenaza comunista.
A pesar de la superioridad militar extranjera, el pueblo dominicano demostró un coraje sin precedentes. Marchas, barricadas y enfrentamientos espontáneos convirtieron las calles de Santo Domingo en el escenario de una verdadera guerra civil. La intervención militar estadounidense no logró apagar el fervor patriótico que, aunque no obtuvo una victoria militar formal, consolidó una victoria moral y política que aún resuena seis décadas después.
Hoy, la Revolución de Abril es recordada como un acto de dignidad nacional, un grito de soberanía que enfrentó al poder imperial en defensa del derecho del pueblo a decidir su propio destino. En cada aniversario, la memoria de los caídos y la valentía del pueblo dominicano siguen siendo un faro de lucha por la libertad y la justicia.