Reino Unido. — Miles de ciudadanos británicos han salido a las calles en rechazo al plan del gobierno del primer ministro Keir Starmer para implementar un sistema nacional de identificación digital obligatoria antes del año 2029, medida que ha sido calificada por los manifestantes como una amenaza directa a la privacidad y las libertades civiles.
La protesta se desarrolla mientras una petición pública supera los 2.9 millones de firmas, exigiendo al gobierno descartar la iniciativa de las “tarjetas digitales” que, según las autoridades, servirían para verificar el derecho a trabajar y prevenir el empleo ilegal.
Los opositores sostienen que este sistema podría abrir las puertas a una vigilancia estatal masiva, la recolección indebida de datos personales y restricciones futuras para acceder a servicios básicos. “No queremos vivir bajo un sistema de control digital”, expresaron algunos de los manifestantes en Londres, Manchester y otras ciudades.
El Ejecutivo británico insiste en que la identidad digital no será una tarjeta física ni un requisito universal, sino una herramienta para agilizar trámites laborales y de inmigración. Sin embargo, organizaciones civiles y partidos opositores aseguran que la propuesta representa un retroceso democrático y piden su retiro inmediato.
De momento, el Parlamento deberá debatir oficialmente la iniciativa debido a la magnitud del respaldo ciudadano a la petición, mientras crecen las manifestaciones y el llamado a proteger la libertad individual frente al avance del control digital.
