París, Francia – En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, reiteró este lunes su llamado a la Asamblea General de las Naciones Unidas para que reconozca y atienda con urgencia la proliferación del sargazo en el Caribe, calificándola como una crisis ambiental, económica y sanitaria de escala regional.
Durante su intervención ante líderes mundiales, Abinader advirtió que el fenómeno del sargazo ha dejado de ser estacional para convertirse en una amenaza estructural para los países insulares del Caribe, con impactos severos en la biodiversidad, la salud pública y sectores clave como el turismo y la pesca.
“Necesitamos que esta amenaza sea reconocida como lo que es: una emergencia regional. Debemos actuar como la comunidad que somos, con responsabilidad compartida y solidaridad activa”, expresó el mandatario dominicano, quien estimó que entre 0.62 y 0.93 millones de toneladas métricas de sargazo podrían arribar a costas dominicanas este año, con un escenario extremo que superaría el millón de toneladas.
Abinader también destacó los avances de República Dominicana en la protección de sus recursos marinos, incluyendo la conservación del 30% de su territorio marítimo y el desarrollo de una Estrategia Marítima Nacional, así como una Plataforma Nacional de Datos Oceanográficos de acceso libre para pescadores, investigadores y otros actores.
El presidente subrayó el rol clave de las comunidades costeras en la gobernanza marina, promoviendo iniciativas como la acuacultura sostenible, la pesca responsable y el turismo náutico, además de un Manual Nacional para infraestructuras marítimas resilientes al cambio climático.
“La situación de los océanos es crítica”, advirtió Abinader, al tiempo que abogó por una pronta implementación del Acuerdo sobre Biodiversidad en Áreas Fuera de Jurisdicción Nacional (BBNJ) y por un tratado global sobre plásticos que sea “ambicioso, pero también justo”.
Finalmente, reafirmó el compromiso de su país con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (Vida submarina) y con la Agenda 2030, haciendo un llamado a una acción global urgente.
“El océano nos une. Nos une en su fragilidad. Pero también en la belleza de sus aguas… El tiempo de actuar es ahora”, concluyó.