Ciudad del Vaticano. — El papa Francisco pidió a los sacerdotes “tomar posición ante las heridas del mundo”, en una homilía escrita para la Misa Crismal, que marca el inicio del Triduo Pascual y los ritos centrales de la Semana Santa. Debido a su convalecencia por una infección respiratoria, el mensaje fue leído por el cardenal Domenico Calcagno en la Basílica de San Pedro.
A pesar de su ausencia física, el Papa hizo sentir su presencia espiritual con una firme exhortación al compromiso pastoral:
“El campo es el mundo. Nuestra casa común, tan herida, y la fraternidad humana, tan negada pero imborrable, nos llaman a tomar posición”, escribió el pontífice.
“La cosecha de Dios es para todos: un campo vivo, donde crece cien veces más de lo que fue sembrado. Que nos anime, en la misión, la alegría del Reino, que recompensa todo esfuerzo”.
Francisco también alentó a los sacerdotes a no desanimarse en su labor:
“¡Nunca hay que desanimarse, porque es obra de Dios! ¡Creer, sí! ¡Creer que Dios no fracasa conmigo! Dios nunca falla”.
En un mensaje con miras al Jubileo de 2025, el Papa recordó que este representa para los sacerdotes “un llamado específico a recomenzar bajo el signo de la conversión. Peregrinos de esperanza, para salir del clericalismo y convertirnos en anunciadores de esperanza”.
La importancia del Jueves Santo
La Misa Crismal, celebrada en todas las catedrales del mundo durante la mañana del Jueves Santo, conmemora la institución del sacramento del orden sacerdotal por Jesucristo en la Última Cena. En ella, los sacerdotes renuevan sus votos de pobreza, castidad y obediencia.
Durante la liturgia también se bendicen los óleos sagrados: el de los catecúmenos, el de los enfermos y el santo crisma, que serán utilizados a lo largo del año en bautismos, confirmaciones y unciones. En el Vaticano, se bendijeron además las tres ánforas de plata que contendrán estos óleos en las celebraciones pontificias.
Sin confirmar la presencia del Papa en los ritos de Pascua
Hasta el momento, el Vaticano no ha confirmado la participación del Papa en los próximos actos litúrgicos de Semana Santa. Francisco fue dado de alta el pasado 23 de marzo tras haber permanecido 38 días internado en el hospital Gemelli de Roma debido a una grave infección respiratoria.
Algunos de los ritos ya han sido delegados a otros cardenales. El tradicional Vía Crucis del Viernes Santo será presidido por el cardenal Baldassare Reina, vicario de la diócesis de Roma, aunque las meditaciones que se leerán han sido redactadas por el propio pontífice.
Aún se desconoce si el Papa podrá impartir la bendición “Urbi et Orbi” el Domingo de Resurrección desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, como es tradición.