Jarick Patrick Steven Farro, un recluso de 31 años en el Centro de Corrección y Rehabilitación CCR-XX en Najayo, San Cristóbal, falleció el 24 de mayo por una infección generalizada tras esperar más de 11 meses para recibir atención médica por un dolor de muela. Su hermana, Joselyn Farro, denunció la "falta de humanidad" de las autoridades penitenciarias. A pesar de ser atendido finalmente, el tratamiento médico empeoró su condición al no administrarle antibióticos.
El Defensor del Pueblo inició investigaciones y expresó preocupación por las condiciones carcelarias. Según el hospital Juan Pablo Pina, Farro fue atendido dos veces antes de su muerte. En su segunda visita, sufrió una hemorragia masiva y falleció tras fallidos intentos de reanimación. Su hermana también denunció dificultades para retirar el cuerpo del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
El Defensor del Pueblo calificó la falta de atención médica como una grave violación de derechos humanos y solicitó una investigación exhaustiva para determinar responsabilidades.