La Habana, Cuba – Una flotilla de la Marina de Guerra de Rusia, que incluye una moderna fragata y un submarino de propulsión nuclear, llegó en la mañana de este miércoles a La Habana dentro de una visita programada que ha generado gran expectación por su significación geopolítica.
Encabezando la flotilla, el buque petrolero Pashin comenzó su entrada a la bahía de La Habana a las 7:47 horas locales (11:47 GMT), pasando por la estrecha entrada frente a La Habana Vieja, bajo una suave lluvia y con apoyo técnico cubano.
Según informó el Gobierno cubano, este buque logístico está acompañado de la fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker, y permanecerán en La Habana hasta el 17 de junio.
El Departamento de Defensa de EE. UU. aseguró que ha estado siguiendo los movimientos de la flotilla desde hace días, afirmando a EFE que no percibe este movimiento ruso como una amenaza. Sin embargo, varios buques de guerra estadounidenses se han movilizado para seguir de cerca la trayectoria de la flotilla rusa cuando los barcos estaban más cerca de la costa de Florida.
El Departamento de Defensa de EE. UU. agregó que prevé que el destacamento recale también en puertos venezolanos y que realice maniobras marítimas y aéreas durante el verano en aguas internacionales del Mar Caribe. Según sus declaraciones, “Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval rutinaria y no nos preocupan, ya que no representan una amenaza directa”.
El Ministerio de Defensa de Rusia informó que la flotilla realizó ejercicios durante su desplazamiento por aguas internacionales del Atlántico, incluyendo el lanzamiento virtual de misiles de alta precisión. La fragata Gorshkov, de última generación y en operación desde 2018, ha participado en maniobras multinacionales y en el lanzamiento de misiles hipersónicos Tsirkon desde el mar en 2023. Por su parte, el submarino Kazan, con capacidad para disparar misiles de crucero, entró en funcionamiento en 2021.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba (Minfar) definió esta visita como protocolaria, afirmando que se trata de una “práctica histórica” entre países con “relaciones de amistad y colaboración”. La embajada rusa en La Habana la calificó como “una muestra más de la amistad ruso-cubana”. Minfar subrayó que ninguno de los navíos porta armas nucleares y que la escala no representa una amenaza para la región.
El movimiento se dio a conocer poco después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, anunciase que estaba dispuesto a tomar “medidas asimétricas” tras conocer que varios países occidentales permitirán a Ucrania emplear armamento para atacar a Rusia en su territorio.
En los últimos años, ha habido dos visitas de flotillas rusas a Cuba, siendo la última en junio de 2019, también encabezada por la Gorshkov. La visita anterior tuvo lugar en 2013. Cuba y Rusia han profundizado sus relaciones históricas en los ámbitos político, militar y económico, con los cubanos enfrentando una grave crisis y los rusos buscando consolidar su red de aliados y el valor geoestratégico de la isla.