En Haití, al menos 1,223 personas han perdido la vida y 522 han resultado heridas entre julio y septiembre de este año debido a la creciente violencia y los enfrentamientos con bandas armadas, según el último informe de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh), publicado este miércoles.
El informe destaca la tragedia de 6 niños menores de 10 años entre las víctimas mortales y señala que otras 170 personas fueron secuestradas en ese mismo periodo para exigir rescates. La mayoría de estos casos ocurrieron en el área metropolitana de Puerto Príncipe, seguidos por las regiones de Artibonite y Grand’Anse. En comparación, el trimestre anterior (abril-junio) registró al menos 945 muertes y 434 personas heridas en medio de la violencia generalizada que afecta a este país caribeño.
Ejecuciones sumarias y abusos de autoridad
Binuh también alerta sobre la persistencia de denuncias de ejecuciones sumarias en las que estarían involucradas unidades especializadas de la Policía Nacional de Haití. Estas prácticas agravan la crisis de derechos humanos en el país y siembran más desconfianza en la población.
Aumentan los actos de violencia sexual
La violencia sexual es otro aspecto alarmante de la situación, con mujeres y niñas atacadas mientras caminan o utilizan transporte público. El informe señala que algunas de las víctimas fueron asesinadas después de ser violadas, lo que refleja la crueldad extrema de los agresores.
Impacto en los niños: una crisis humanitaria en crecimiento
El impacto de la violencia sobre la niñez sigue siendo especialmente preocupante. Durante el tercer trimestre de este año, al menos 59 menores de edad fueron asesinados o resultaron heridos, además de ser objeto de secuestros, abusos sexuales, trata de personas y reclutamiento por las bandas armadas. Estos abusos contribuyen al deterioro de la situación humanitaria en Haití.
Recomendaciones de Binuh: Llamado urgente a la comunidad internacional
Ante esta compleja crisis de seguridad, la Binuh insta a la comunidad internacional a priorizar la situación en Haití y a acelerar el despliegue total de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, garantizando el cumplimiento de las normas de derechos humanos.
Además, Binuh sugiere a los países de la región intensificar los controles sobre los cargamentos dirigidos a Haití, tanto en puertos marítimos como en aeropuertos, conforme a las Resoluciones 2653 (2022) y 2752 (2024) del Consejo de Seguridad de la ONU, que establecen un embargo de armas. También solicita al Gobierno haitiano acelerar los procesos de control de antecedentes en la Policía Nacional y llevar a la justicia a los agentes responsables de violaciones graves a los derechos humanos.
Conclusión
La situación de violencia y los desafíos de seguridad en Haití requieren atención y acciones coordinadas a nivel internacional. Con el compromiso de las naciones y el fortalecimiento de la gobernabilidad, aún es posible restablecer la paz y la seguridad en el país.