El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) denunció este jueves que el actual sistema de distribución de ayuda en la Franja de Gaza, gestionado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), es “peligroso e injusto”, y advirtió que la situación humanitaria sigue siendo crítica, con miles de vidas en riesgo.
Durante una rueda de prensa en Madrid, Rosalía Bollen, portavoz global de UNICEF, aseguró que “nadie debería elegir entre arriesgar su vida para conseguir alimentos o morir de hambre”, en referencia al sistema de distribución que obliga a los palestinos a acudir a solo cuatro puntos habilitados —tres en el sur y uno en el centro— para recibir alimentos.
Bollen criticó que este modelo favorece a “los más fuertes” y deja fuera a los sectores más vulnerables de la población, como niños, heridos, personas con discapacidad o enfermos. “Esto va en contra de todo lo que los humanitarios defendemos. La ayuda tiene que llegar primero a quienes más la necesitan”, afirmó.
La portavoz de UNICEF también denunció que, desde que se retomaron parcialmente las entregas, la ONU solo ha podido llevar mil camiones de ayuda a la frontera de Gaza, de los cuales solo 600 han sido efectivamente distribuidos dentro del enclave. Mientras tanto, UNICEF mantiene operativos 127 puntos de ayuda nutricional —frente a los 236 que tenía antes del bloqueo— a pesar de los bombardeos, las órdenes de evacuación y las restricciones de acceso.
“Lo que queda en Gaza es muy poco. Meter algunos paquetes de comida no va a resolver una emergencia de esta magnitud”, subrayó Bollen, quien también informó que UNICEF tiene listo el equivalente a cien camiones de suministros almacenados en Israel, Cisjordania ocupada y Egipto, a la espera de autorización para ingresar a Gaza.
Desde el inicio de la ofensiva israelí, UNICEF estima que más de 50.000 niños y niñas han muerto o resultado heridos. La cifra, advirtieron, podría ser aún mayor debido a los casos no registrados, como recién nacidos prematuros que no sobreviven por falta de incubadoras o niños con enfermedades graves que ya no pueden salir de Gaza para recibir tratamiento.
“Algunas de las soluciones a corto plazo están justo frente a nosotros: abrid las fronteras, dejadnos hacer nuestro trabajo, y eso aliviará directamente el sufrimiento”, concluyó Bollen, quien también pidió el cese inmediato de los bombardeos y la liberación incondicional de los rehenes.