ALEMANIA. Una mujer de 45 años fue asesinada a puñaladas por su exesposo, un hombre de 49 años de origen turco, en un hecho que ha conmocionado a esta ciudad bávara y reabierto el debate sobre la violencia de género y la divulgación de la nacionalidad de los agresores.
El ataque ocurrió en el apartamento donde residía la víctima. Los dos hijos de la pareja, de 23 y 17 años, intentaron defender a su madre y se enfrentaron al agresor, quien también resultó herido y permanece bajo custodia policial. Los jóvenes están siendo investigados por “lesiones corporales graves”, a la espera de que se determine si actuaron en legítima defensa.
Según el reporte oficial, la pareja estaba separada desde 2024. El hombre tenía antecedentes por violencia doméstica, una condena suspendida y una orden de alejamiento que había incumplido en varias ocasiones. Pese a esas medidas, el ataque no pudo ser prevenido.
Funcionarios locales han criticado que algunos sectores destaquen la nacionalidad del agresor, argumentando que puede generar estigmatización. No obstante, estadísticas del Bundeskriminalamt señalan que personas no alemanas representan más del 40% de los sospechosos en casos criminales a nivel nacional.
El caso ha impulsado nuevamente el reclamo de reforzar los mecanismos de protección a víctimas de violencia de género, especialmente cuando existen antecedentes y medidas judiciales previas que, como en este hecho, resultaron insuficientes para evitar la tragedia.
