Islamabad, Al menos trece soldados paquistaníes perdieron la vida y otras 24 personas resultaron heridas, incluidos 14 civiles, tras un atentado suicida con coche bomba contra un convoy militar en el noroeste de Pakistán. El ataque, ocurrido en la región tribal de Mir Ali en el distrito de Waziristán del Norte, durante un toque de queda que facilitaba el tránsito de convoyes de seguridad, ha dejado una estela de devastación.
El grupo Huzaifa Suicide Bombing Cell, afiliado a Aswad ul Harb y vinculado con Hafiz Gul Bahadar, reivindicó la autoría del atentado. Entre los heridos se encuentran también mujeres y niños, aumentando la tragedia de este violento suceso.
Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona y lanzado una operación de búsqueda ante la posibilidad de otros insurgentes en el área. Aún se espera una declaración oficial por parte del Ejército paquistaní sobre el incidente.
Pakistán enfrenta un aumento en los ataques insurgentes, especialmente en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, ambas cercanas a la frontera con Afganistán. El gobierno paquistaní ha responsabilizado a Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) de utilizar territorio afgano para llevar a cabo ataques, acusaciones que han sido rechazadas por Kabul, instando a resolver los asuntos internos de manera independiente.