Las redes sociales han transformado radicalmente las campañas electorales en Estados Unidos, desde la victoria de Trump en 2016 hasta la actual contienda entre Trump y Harris en 2024. Plataformas como Twitter, TikTok e Instagram redefinen cómo los candidatos se conectan con votantes y movilizan apoyo.
En 2016, Trump innovó al usar Twitter para hablar directamente con los votantes, mientras la microsegmentación y las noticias falsas amplificaron su alcance. Hoy, TikTok e Instagram dominan, con Harris enfocando temas sociales y Trump manteniendo su mensaje sobre seguridad y economía.
La inteligencia artificial (IA) también ha añadido desafíos, como deepfakes y desinformación que socavan la confianza electoral. En 2024, ambos candidatos emplean IA para segmentación precisa, mientras que los votantes temen la manipulación digital.
El voto latino y los estados indecisos siguen siendo decisivos, y la capacidad de captar la atención digital se ha vuelto fundamental. En este nuevo campo de batalla, la autenticidad y la estrategia en redes sociales son clave para el éxito en las urnas, con lecciones claras para el futuro de las campañas: dominar la narrativa digital es dominar la política.