Moscú, Rusia. – El presidente Vladimir Putin encabezó ejercicios de las fuerzas nucleares estratégicas rusas, que incluyeron lanzamientos de misiles de práctica, poco después del aplazamiento de la cumbre que tenía prevista con el mandatario estadounidense Donald Trump.
Las maniobras involucraron las tres ramas de la llamada “tríada nuclear” de Rusia. Entre ellas, el lanzamiento de un misil balístico intercontinental Yars desde el polígono de Plesetsk, otro misil Sineva disparado por un submarino en el Mar de Barents, y bombarderos Tu-95 que ejecutaron simulacros con misiles de crucero de largo alcance.
El jefe del Estado Mayor ruso, Valery Gerasimov, informó que el objetivo fue practicar los protocolos de autorización para el uso de armamento nuclear, fortaleciendo la preparación operativa del país ante posibles escenarios de conflicto.
La cumbre entre Putin y Trump, que se celebraría en Budapest, fue aplazada por decisión de la delegación estadounidense, la cual argumentó que el encuentro debía contar con una mejor preparación para garantizar resultados efectivos.
Según el Kremlin, el ejercicio nuclear demostró la capacidad de respuesta y coordinación de las fuerzas estratégicas rusas, reafirmando el compromiso del país con la defensa de su soberanía y seguridad nacional.
