Chicago, Ovidio Guzmán, hijo del conocido narcotraficante Joaquín “Chapo” Guzmán, ha alcanzado un acuerdo para declararse culpable de los cargos que enfrentaba en Estados Unidos, evitando así un juicio prolongado. Este desarrollo se oficializará en una audiencia programada para el 9 de julio ante la jueza Sharon Johnson Coleman.
Guzmán, apodado "El Ratón", es uno de los líderes de Los Chapitos, una facción del cártel de Sinaloa. El 30 de junio, firmó un documento manifestando su intención de declararse culpable, lo que ha llevado a la fiscalía del distrito Sur de Manhattan a retirar varios cargos en su contra, transfiriendo el caso al tribunal de Chicago.
El acuerdo con la fiscalía implica que se retiren cargos de conspiración, narcotráfico, y otros delitos graves, aunque estos fueron trasladados al mencionado tribunal. Se espera que la jueza Coleman determine su sentencia en una fecha aún por confirmar.
Las autoridades estadounidenses acusan a Ovidio y a sus hermanos Archivaldo Iván, Jesús Alfredo, y Joaquín Guzmán López de liderar el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos. Este opioide ha sido vinculado a numerosas muertes en el país, lo que ha llevado al gobierno a incrementar las sanciones y recompensas por la captura de los hermanos fugitivos.
Ovidio Guzmán fue inicialmente detenido en 2019 en Culiacán, pero fue liberado tras una ola de violencia. Sin embargo, fue recapturado en septiembre de 2023 y extraditado a Estados Unidos. Como parte del acuerdo judicial, 17 familiares de Ovidio fueron admitidos en el país.
Su hermano Joaquín también fue extraditado a Chicago tras su detención en 2024. Su llegada a Estados Unidos fue acompañada por Ismael "Mayo" Zambada, otro líder del cártel, quien alega haber sido engañado por Guzmán López.
Mientras tanto, Joaquín “Chapo” Guzmán cumple una condena de cadena perpetua en Estados Unidos. En su lucha contra los cárteles, el gobierno estadounidense ha impuesto sanciones adicionales a Los Chapitos, responsabilizándolos de la violencia en México y en su propio territorio.
La captura de líderes del cártel ha desencadenado una violenta confrontación en Sinaloa entre los herederos de Zambada y los hijos del Chapo, resultando en más de 1,200 muertos y 1,400 desaparecidos. Esta situación refleja la complejidad y el impacto de la lucha contra el narcotráfico en la región.