Santo Domingo, República Dominicana – La República Dominicana se encuentra nuevamente en el centro de la controversia debido a la reactivación de las operaciones de Odebrecht, ahora bajo un nombre y estructura diferentes. La empresa, protagonista del escándalo de corrupción más grande en América Latina, continúa operando en el país como si los eventos pasados no hubieran dejado huella alguna en la justicia nacional. El caso ha estado marcado por la falta de condenas y la ausencia de responsables en los tribunales dominicanos, a pesar de las investigaciones y sanciones en otros países de la región.
Durante nuestra investigación, se entrevistaron a líderes de la plataforma anticorrupción Somos Pueblo, quienes destacan que, a diferencia de otros países donde altos funcionarios y exmandatarios enfrentaron la justicia, en República Dominicana el caso Odebrecht ha quedado prácticamente impune. Para el público, el escándalo se redujo a una serie de acusaciones mediáticas que, en última instancia, no resultaron en procesos judiciales efectivos ni en sanciones a los implicados.
Líderes de Somos Pueblo recalcan la gravedad de la situación, subrayando que mientras en países como Perú el impacto de las operaciones de Odebrecht llevó a la condena de expresidentes e incluso a decisiones trágicas como la del expresidente Alan García, quien optó por terminar con su vida, en República Dominicana los señalados han sido exonerados o nunca procesados. Según el análisis del grupo, la empresa no solo ha eludido las sanciones locales, sino que también ha logrado mantener su presencia en el sector de la construcción, trabajando actualmente en proyectos importantes del Estado.
La reciente absolución de los últimos acusados en el caso, Víctor Díaz y Ángel Rondón, ha reabierto el debate sobre la efectividad del sistema judicial en enfrentar casos de corrupción de esta magnitud. En su fallo, los jueces de la Suprema Corte de Justicia se ampararon en que el expediente carecía de las pruebas y documentación necesarias para sostener las acusaciones de soborno y lavado de activos, dejando a la ciudadanía cuestionando el manejo del caso.
Los expertos anticorrupción de Somos Pueblo afirman que Odebrecht continúa operando en el país bajo nombres distintos, colaborando con constructores locales en grandes proyectos, incluyendo las obras de los próximos Juegos Panamericanos. La falta de rendición de cuentas en el caso Odebrecht, y la continuidad de la empresa bajo nuevas fachadas, ha generado inquietudes sobre la transparencia en la asignación de obras públicas y el posible encubrimiento de viejas prácticas.
Este caso sin resolver refleja una realidad incómoda para la República Dominicana: la falta de justicia en casos de corrupción de alto perfil, y el aparente silencio de las autoridades frente a quienes se han beneficiado de las redes de corrupción más amplias en la región.