ESTADOS UNIDOS. Las denominadas casas OnlyFans se han consolidado como un fenómeno emergente que combina coliving, producción constante de contenido digital y estrategias avanzadas de marketing, destacándose entre ellas la Bop House, una mansión donde conviven ocho creadoras de contenido enfocadas en maximizar su alcance en redes sociales y plataformas de suscripción.
El proyecto es impulsado por las creadoras Sophie Rain y Aishah Sofey, quienes diseñaron el espacio como un entorno optimizado para la generación de imágenes y videos virales, utilizados principalmente para atraer suscriptores a sus perfiles de contenido exclusivo. La propiedad ha acumulado millones de seguidores en redes sociales, convirtiéndose en una vitrina permanente de promoción digital.
De acuerdo con datos divulgados por el propio entorno del proyecto, la Bop House habría generado ingresos superiores a los 10 millones de dólares en apenas un mes, resultado de la monetización combinada de las creadoras que integran la residencia, consolidándose como uno de los ejemplos más rentables dentro de la economía de creadores de contenido para adultos.
Las participantes defienden este modelo como una estructura de apoyo colectivo y crecimiento profesional, asegurando que les permite compartir audiencias, reducir costos operativos y fortalecer su presencia digital de manera coordinada.
No obstante, el fenómeno también ha generado críticas y cuestionamientos desde distintos sectores sociales, que advierten sobre la normalización del consumo de contenido sexualizado, el impacto cultural en mujeres jóvenes y la exposición indirecta de este tipo de material en plataformas de uso masivo.
Las casas OnlyFans se posicionan así como una nueva expresión del negocio digital contemporáneo, con alto potencial económico, pero también como un tema de debate social sobre los límites entre entretenimiento, mercado y responsabilidad cultural en la era de las redes sociales.
