En un esfuerzo por frenar la creciente violencia de las pandillas en Haití, hoy han llegado a Puerto Príncipe 400 soldados de la policía keniana. Este despliegue, respaldado por la ONU y financiado principalmente por Estados Unidos, tiene como objetivo restaurar la paz en la nación caribeña.
Los agentes kenianos, quienes arribaron en un vuelo de Kenya Airways, fueron recibidos en el aeropuerto por una comisión del gobierno haitiano. El presidente de Kenia, William Ruto, despidió a los agentes en una ceremonia oficial en Nairobi, destacando la relevancia de esta misión multinacional.
La misión, autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre, enfrentó varios desafíos antes de su implementación. En enero, un tribunal keniano dictaminó que el gobierno no podía enviar agentes al extranjero sin una autorización especial. Tras obtener el permiso el 1 de marzo, el gobierno todavía enfrentó oposición interna, incluyendo un recurso judicial presentado por un pequeño partido político.
A pesar del respaldo internacional, la misión ha sido objeto de críticas. La ONG Human Rights Watch expresó preocupaciones en mayo, cuestionando tanto la financiación del despliegue como posibles violaciones de derechos humanos, citando acusaciones previas contra la policía keniana de uso excesivo de la fuerza y ejecuciones extrajudiciales.
La llegada de los soldados kenianos marca el inicio de una operación crucial para combatir la violencia en Haití, aunque persisten dudas sobre el respeto a los derechos humanos.