En una decisión histórica y controvertida, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indultó a su hijo Hunter Biden, quien había sido condenado en junio por tres delitos relacionados con la posesión de armas y ocultar su adicción a las drogas. Biden justificó la medida alegando que su hijo fue víctima de una "persecución selectiva" impulsada por rivales políticos.
A través de un comunicado, el mandatario expresó:
"Ninguna persona razonable que mire a los hechos en los casos de Hunter puede llegar a otra conclusión de que Hunter fue puesto en la mira solo porque es mi hijo. Ha sido un intento de romper a Hunter, que lleva cinco años y medio sobrio, incluso enfrentándose a ataques sin descanso. Al intentar quebrarlo, también intentaban romperme a mí."
La decisión de Biden generó críticas inmediatas, especialmente porque en el pasado había asegurado que no intervendría en los problemas judiciales de su hijo. Sin embargo, el mandatario explicó que los cargos solo surgieron tras ataques políticos liderados por opositores en el Congreso.
Por su parte, Donald Trump, exmandatario y sucesor proyectado de Biden en la Casa Blanca, calificó el indulto como un "abuso y fracaso de la justicia". En redes sociales, Trump comparó el caso de Hunter Biden con el de los condenados por el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, a quienes prometió perdonar:
"¿Ese perdón otorgado por Joe a Hunter incluye a los rehenes del 6E, que han estado en prisión durante años?"
La medida ha reavivado tensiones políticas en un país dividido, con fuertes debates sobre el uso de las prerrogativas presidenciales y su impacto en la percepción de justicia.