Puerto Príncipe, 3 de mayo (Agencia) — Una comerciante haitiana se encuentra actualmente bajo protección policial luego de envenenar a 40 presuntos miembros de una pandilla con patés (empanadas) en la comuna de Kenscoff, al sureste de Puerto Príncipe. Según informes locales, los fallecidos habrían estado hostigando y martirizando a la población desde enero.
El acto, calificado por algunos como un acto de justicia y por otros como una masacre, fue ejecutado sin complicidad alguna, de acuerdo con la propia declaración de la mujer, quien se presentó voluntariamente ante las autoridades. El veneno utilizado fue aceite de oruga, un producto químico comúnmente empleado para exterminar plagas agrícolas.
De los miembros de la pandilla que consumieron el alimento, varios sobrevivieron brevemente con síntomas graves como convulsiones violentas y dolores intensos. Sin embargo, todos fallecieron antes de poder recibir atención médica, según el medio digital Noticias Kominotek.
Tras el incidente, otros integrantes del grupo criminal respondieron destruyendo la propiedad de la comerciante, quien anticipándose al ataque, abandonó su domicilio antes de entregarse a la policía.
Las autoridades aún no han emitido un pronunciamiento oficial sobre las posibles consecuencias legales del caso, mientras la población local debate entre la indignación moral y la simpatía hacia la acción de la mujer.