Por Félix Aguilera M.A.
Abogado, especialista en Derecho Penal, Político, Técnico en Criminología y Criminalística.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) está trabajando para mantenerse en el poder más allá de 2028, mientras que la oposición se consume bajo el control de un liderazgo desgastado, sin renovación ni acciones concertadas basadas en una estrategia ganadora, al menos no visible.
Es importante apuntar que los precandidatos del Partido Revolucionario Moderno han entendido que forman parte de un liderazgo colegiado. Por eso, con esta acción agregan valor político tanto entre sí como a su propio proyecto dentro del PRM, lo que coloca a la oposición en una posición sumamente difícil.
La oposición está dividida: por un lado, Omar Fernández; por otro lado, Leonel Fernández, quien no permite que nadie contradiga sus pretensiones para ser candidato de la Fuerza del Pueblo en 2028. Además, hay un peledeísmo sin cabeza propia, sino con un jefe político que ha sido golpeado con la mayor derrota electoral que cualquier partido ha tenido en los últimos 50 años.
Por sí solo, no podrán frenar al Partido Revolucionario Moderno y sus precandidatos como Carolina Mejía, Yayo Sanz Lovatón, David Collado, Raquel Peña, Wellington Arnaud, Guido Gómez Mazara y Tony Peña; todos ellos están desarrollando planes sustentados en estrategias para permanecer en el poder gobernando juntos.
La oposición necesitará una oferta presidencial más abundante para competir con el PRM en 2028: con energía e ideas renovadas, determinación y voluntad. No necesitan proyectos que solo busquen intereses propios; algunos de estos están muy contaminados por las malas acciones del pasado.
En el caso del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), con perfiles presidenciales como doña Margarita y Domínguez Brito, han enviado señales de que no se pondrán en escena. Esto suma a la dificultad de que Francisco Javier García, Abel Martínez y Charlie Mariotti no podrán provocar un repunte importante por sí solos para convencer a la población de sus ideas y lograr un avance significativo para ese partido.
En términos generales, la oposición (PLD y FP) sigue siendo una sola organización; sus acciones están marcadas más por las diferencias que por el propósito de ganar para gobernar juntos. Por eso se diluyen; ya que la gente no está dispuesta a perder su tiempo si ya sabemos cómo se manejan las cosas.
Importantes sectores de la sociedad observan el comportamiento de los precandidatos del PRM en luchas internas. Esto es relevante porque podría evitar algún desacierto que abra la puerta a outsiders ajenos o recién llegados a la actividad política y permita que algún candidato sin proveniencia de los partidos tradicionales ni carrera política convencional logre captar el apoyo de una ciudadanía desencantada con las élites y el orden establecido.
La sociedad observa cómo los nuevos aspirantes del PRM junto con las marcas políticas pueden ser capaces de conectar con el nuevo cerebro y corazón social: jóvenes hombres y mujeres junto a un proceso renovador que incentive el relevo político como lo ha hecho el Presidente de la República Luis Abinader. El PRM ha comprendido mejor el reto de la partidocracia.
Como ya hemos señalado, el PRM ha entendido mejor este reto, y por ello es posible incluso que más aspirantes presidenciales salgan al ruedo en los próximos días. Con las buenas y sabias estrategias del presidente Luis Abinader y del expresidente Hipólito Mejía se ha permitido que los jóvenes crezcan sin que las luchas de egos destruyan los proyectos emergentes. Para recomendaciones y sugerencias contáctenos a todas nuestras redes sociales o al correo invejurard@gmail.com