En una evaluación crítica sobre la reciente derrota del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en las elecciones presidenciales, Francisco Javier García, exjefe de campañas políticas y miembro del Comité Político del PLD, fue contundente al señalar los errores que llevaron al fracaso de su candidato, Abel Martínez. Según García, la campaña de Martínez fue paradójicamente «perfecta» en su camino hacia la derrota.
«Lo asumo con total responsabilidad», afirmó Javier García. Describió la campaña de Martínez como «perfecta» para permitir que Luis Abinader ganara en primera vuelta. Destacó que Abinader logró una victoria tan aplastante debido al bajo porcentaje de votos obtenido por Martínez, lo que posibilitó que el actual presidente ganara sin necesidad de una segunda vuelta.
García explicó que en noviembre de 2022, Martínez tenía un apoyo suficiente para competir seriamente por la presidencia. Sin embargo, errores estratégicos y operativos llevaron a que el candidato del PLD terminara con un escaso 10% de los votos. «Si Abel hubiera obtenido el 20% o el 22%, todavía tendríamos la oportunidad de revertir la situación», comentó, resaltando que este bajo porcentaje fue determinante para la victoria de Abinader.
Critico fuertemente la falta de acción y presencia de Martínez en los medios de comunicación y en las calles. «Nos llevó tres meses y medio salir a la calle. Abel, como candidato nuevo, debería haber estado en los medios de comunicación al menos dos veces por semana», señaló García, quien también mencionó la tardanza en definir un eslogan de campaña, un error que dejó al candidato sin una identidad clara durante 17 meses cruciales.
La autocrítica de García también se extendió a los miembros del partido, que, según él, comenzaron a pedir la renuncia del Comité Político inmediatamente después de las elecciones en lugar de centrarse en rectificar los errores cometidos.
García enfatizó la necesidad de una revisión honesta y profunda dentro del partido para evitar repetir los mismos errores en el futuro.
Según García, la derrota de Martínez fue el resultado de una campaña «perfecta» solo en el sentido de que facilitó la victoria de su oponente, una lección amarga para el PLD en su camino hacia la presidencia.