La visita del Fondo Monetario Internacional (FMI) para evaluar la situación económica de la República Dominicana es rutinaria según los economistas, pero al coincidir con el debate sobre la necesidad de una reforma fiscal, algunos expertos recomiendan cautela con sus recomendaciones.
Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estudios Económicos Sostenibles (CREES), destacó que las autoridades deben ser prudentes ante las sugerencias de organismos multilaterales como el FMI o el BID. Señaló que es fundamental escuchar y ponderar bien sus recomendaciones, ya que las consecuencias las sufre la población.
“Quienes sufren las consecuencias de políticas fiscalistas, diseñadas para cuadrar las cuentas fiscales sin considerar el daño que pueden causar, son las familias y las empresas. La responsabilidad de las malas reformas recae en los mandatarios, y los ciudadanos lo perciben claramente”, explicó Collado Di Franco.
Por su parte, Antonio Ciriaco Cruz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UASD, indicó que es probable que los técnicos del FMI aborden temas como el ITBIS y las exenciones fiscales, que rondan los RD$340 mil millones. También se espera que el FMI recomiende la reducción de la tasa del ITBIS y la ampliación de la base imponible.
“En visitas anteriores, ya se habían referido a estos temas. Aunque el gobierno aún no tiene una propuesta oficial, podría aprovechar esta visita del FMI para solicitar acompañamiento técnico de los expertos fiscales que vendrán con el FMI”, señaló Ciriaco Cruz.
El exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Ariel Jiménez, destacó que la visita del FMI es una revisión rutinaria que obedece al artículo IV de su carta constitutiva, que ordena revisiones periódicas de las economías pertenecientes al FMI.
“Aunque pueda parecer una 'extraña coincidencia', es bastante rutinario. Imagino que el equipo fiscal vino porque el tema de mayor importancia en estos días es el tema fiscal”, opinó Jiménez.
Al ser consultado sobre cómo deben tomarse las recomendaciones del FMI, Jiménez señaló que deben ser tratadas con seriedad, aunque el país no está obligado a seguirlas ya que no existe un acuerdo en vigor.
“Son recomendaciones que ameritan ser seriamente discutidas y consideradas, pero no como un mandato”, apuntó Jiménez.
Oportunidad
Alejandro Grisanti, gerente de la firma consultora Ecoanalítica, considera que uno de los grandes activos del FMI es su visión global y la experiencia en múltiples reformas fiscales, lo que les da un manual de mejores prácticas. Estas recomendaciones pueden ofrecer alternativas viables para el Gobierno ante la necesidad de implementar una reforma del sistema tributario.
Grisanti destacó que sus recomendaciones suelen ser opciones que han dado resultado en otros países y que será el presidente Luis Abinader quien decidirá cuáles aplicar en el país.
“Es algo positivo porque ese manual de buenas prácticas permitirá elevar los ingresos del Estado con las menores distorsiones económicas, y estamos en buenas manos”, aseguró Grisanti.
El pasado jueves, el equipo del FMI, encabezado por el economista jefe Emilio Fernández-Corugedo, mostró interés en conocer la propuesta de reforma fiscal que elabora el Gobierno y manifestó su disposición a colaborar con el Ministerio de Hacienda.