En la última sesión del cuatrienio, la senadora del oficialismo, Faride Raful, se despidió de la Cámara Alta con una sonrisa y palabras de agradecimiento hacia todos sus colaboradores del Senado. La senadora del Distrito Nacional, representante del Partido Revolucionario Moderno (PRM), insinuó que podría continuar su carrera política en un nuevo cargo público.
Durante su intervención, Raful expresó su gratitud y dejó entrever la posibilidad de un nuevo rol en el Estado: “La alegría debe embargarnos a todos los que estamos aquí, porque independientemente de que muchos ya no vamos a estar, estaremos en otras posiciones, algunos, donde abriremos las puertas a cada uno de los que quedan aquí y los que estarán en otro lugar”.
Raful resaltó los desafíos enfrentados durante su mandato y la necesidad de colaboración con el gobierno central para atender las demandas de sus representados: “Nosotros sabemos lo que vivimos internamente y las situaciones que nuestras provincias y demarcaciones necesitaban. Tuvimos que tocar puertas a ministros para que pudieran intervenir y muchas veces nos era un poco difícil. Queremos colaborar para que eso no vuelva a ocurrir y para que cada uno de los representantes que están aquí puedan decirle a sus demarcaciones que ellos van a continuar siendo la voz de ellas para solucionar los problemas en la voz del gobierno central”.
La senadora también agradeció a los empleados del Senado, a su equipo de trabajo, a sus colegas y a sus votantes: “Gracias al apoyo de todos los capitaleños a quienes creo que no he defraudado. He podido tener diferencias políticas, pero nunca personales, y así me he comportado toda mi vida. La vida da muchas vueltas, hoy estamos aquí, mañana no sabemos”.
Raful extendió su gratitud a los legisladores de otras entidades políticas, destacando la colaboración más allá de las diferencias partidarias: “Aplaudo el trabajo hecho por la oposición política, el Partido de la Liberación Dominicana, la Fuerza del Pueblo, y los aliados que nos apoyaron de manera irrestricta, siempre poniendo al bien colectivo por encima de todo”.
Finalmente, tras ocho años en el Congreso, cuatro en cada ala legislativa, Raful se despidió no solo como senadora sino también como legisladora, exhortando a seguir trabajando con valores y para el bienestar de la sociedad dominicana: “Al final todos nos vamos de este terreno, pero queda lo que hemos hecho para ayudar y para poder servir al país con decoro, transparencia, y con los valores de nuestros patricios. Sin corrupción, con total conciencia democrática, pero sobre todo con empatía y amor”.