Saint John’s, – La administración de Donald Trump ha generado un terremoto diplomático en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) al advertir sobre una posible retirada de Estados Unidos del organismo. El motivo, según explicó el representante estadounidense Christopher Landau, es la presunta "incapacidad" de la OEA para enfrentar las crisis en Venezuela y Haití.
Durante el foro celebrado en Antigua y Barbuda, Landau, quien asistió en representación del secretario de Estado Marco Rubio, criticó duramente a la OEA, acusándola de no haber actuado con eficacia ante lo que calificó como un "fraude electoral descarado" en Venezuela. Nicolás Maduro ha mantenido su mandato entre denuncias de irregularidades, y las divisiones entre los países del continente han dificultado una respuesta unificada.
Landau también destacó la situación crítica en Haití, señalando la violencia y las disputas internas que paralizan al gobierno de transición. Estados Unidos ha promovido una resolución en la Asamblea para que los Estados miembros apoyen la misión de seguridad liderada por Kenia bajo la ONU, pero Landau dejó claro que su país no puede continuar soportando la carga financiera en solitario.
En un contexto donde Estados Unidos es el principal donante de la OEA, las críticas al multilateralismo de Trump han puesto en duda su compromiso con el organismo. La administración estadounidense aún no ha pagado su cuota para 2025, lo que añade presión al ya tenso ambiente diplomático.
Por su parte, la canciller colombiana Laura Sarabia defendió el papel de la OEA como un espacio esencial para abordar los desafíos regionales, subrayando la necesidad de que Venezuela y Haití participen activamente en la búsqueda de soluciones.
Mientras los países miembros continúan negociando resoluciones, la Asamblea General ha decidido mantener el presupuesto de recaudación para 2026 en 93 millones de dólares, la misma cifra del año anterior. Además, se aprobó una serie de medidas culturales y de salud, incluyendo la celebración del bicentenario de Bolivia y Uruguay.
El futuro de la OEA y su capacidad para afrontar las crisis regionales sigue siendo incierto, con Estados Unidos jugando un papel crucial en las decisiones que afectarán la cohesión y efectividad del organismo en los próximos años.