Chicago, Lo que prometía ser una noche de celebración por la victoria de los Diamondbacks se vio ensombrecida por un momento de profunda tristeza para el jugador dominicano Ketel Marte. El beisbolista rompió en llanto tras recibir un insulto ofensivo sobre su madre fallecida durante el partido del martes en el Guaranteed Rate Field.
En la séptima entrada del encuentro contra los White Sox, mientras Marte se preparaba para batear, un aficionado le lanzó un comentario despectivo acerca de su madre, quien murió trágicamente en un accidente automovilístico en 2017. Aunque Marte logró conectar un elevado, su regreso al dugout estuvo marcado por el dolor y la incredulidad. Visiblemente afectado, Marte no pudo contener las lágrimas.
El incidente fue tan impactante que tanto el manager de Arizona, Torey Lovullo, como el también dominicano Geraldo Perdomo, acudieron a consolar a Marte durante una pausa en el juego. "Fue un momento terrible. Algunos aficionados cruzan los límites. Quiero y protegeré a mis jugadores", expresó Lovullo, claramente conmovido durante la rueda de prensa posterior.
Lovullo explicó que escuchó claramente el insulto y, junto al coach Jeff Banister, reportaron el incidente al personal de seguridad del estadio, que procedió a expulsar al aficionado responsable.
"Podemos tolerar muchas cosas en el terreno, pero cuando alguien toca una herida tan personal, nos afecta como seres humanos", añadió Lovullo. "Vi a Ketel sufrir, y necesitaba que supiera que no está solo. Lo quiero y estoy con él".
Geraldo Perdomo también mostró su indignación: "Me dio rabia. No sé quién fue, pero no podemos permitir eso. Esto es béisbol, no una excusa para faltar el respeto".
A pesar del impacto emocional, Marte continuó en el juego, demostrando un profesionalismo admirable al contribuir con un cuadrangular en la primera entrada y extendiendo su racha de partidos consecutivos con múltiples hits.
Este incidente lanza un mensaje claro sobre los límites del comportamiento del público en los estadios. Mientras Marte y sus compañeros procesaban la situación con dolor y solidaridad, el equipo demostró unidad y respaldo incondicional hacia uno de sus líderes más queridos.
"No estás solo, estamos todos contigo", fue el mensaje final de Lovullo a su jugador, reflejando la humanidad detrás del uniforme en un momento difícil.