Santo Domingo.– Una persona de la comunidad de Los Guandules habría advertido a las autoridades competentes sobre los maltratos que sufría la niña Smarlin Coronado, de 7 años, al menos un mes antes de que se produjera su asesinato.

De acuerdo con una comunicadora, una vecina de la menor acudió de manera anónima al Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI) del sector para denunciar la situación. Sin embargo, la alerta no recibió la respuesta adecuada por parte de la institución.

En el programa se presentaron pruebas de una conversación entre la denunciante y una empleada identificada como “Josefina”, quien aseguró haber informado a su superior y a una plataforma de emergencia. A pesar de ello, no se ejecutaron acciones oportunas que evitaran la tragedia.

Los acusados del crimen son Yokeiri Coronado de la Cruz, tía abuela de la víctima, y su pareja Heidi Montero Medina, quienes cumplen prisión preventiva bajo cargos de maltrato sistemático y homicidio.

El caso ha generado gran indignación en la sociedad, que exige una investigación profunda para determinar posibles negligencias en la atención de las denuncias y reforzar los mecanismos de protección a la niñez en el país.

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