Pensilvania, EE. UU., – La polémica ha estallado en las redes sociales tras conocerse que un exprofesor, Brandon Keith Riley Mitchell, y su esposo han logrado adoptar un bebé. Este hecho ha generado una ola de críticas debido a los antecedentes penales del exdocente, quien fue condenado en 2016 por delitos de contacto ilegal con un menor y posesión de pornografía infantil, lo que lo llevó a ser registrado como delincuente sexual de nivel 1.
La controversia se centra en la reciente obtención de un bebé a través de un proceso de subrogación por parte de la pareja, lo que ha planteado serias dudas sobre la eficacia de los controles y filtros en el sistema de adopción y subrogación. La noticia ha captado la atención pública y ha suscitado un debate sobre la protección de menores y la idoneidad de los adoptantes, especialmente cuando existen antecedentes criminales que podrían representar un riesgo.
Las autoridades y organizaciones involucradas en procesos de adopción están bajo presión para revisar y posiblemente reforzar los protocolos que aseguran la seguridad de los niños en situaciones similares. La comunidad sigue atenta a posibles desarrollos en este caso que ha desatado una intensa discusión sobre políticas de adopción y protección infantil.