Puerto Príncipe, Haití (Reuters) – Al menos 110 personas fueron brutalmente asesinadas el fin de semana en la comuna haitiana de Cité Soleil, en el área metropolitana de Puerto Príncipe, tras una serie de ataques ordenados por Monel ‘Mikano’ Félix, líder de la banda Wharf Jeremie. Según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, el motivo del ataque fue una acusación de brujería contra ancianos locales a quienes culpaban de la enfermedad de su hijo, quien murió el sábado.
El sangriento episodio comenzó el viernes, cuando miembros de la banda mataron a unas 60 personas usando machetes y cuchillos. La matanza continuó el sábado, dejando otras 50 víctimas fatales. Todas las personas asesinadas eran mayores de 60 años, según la organización de derechos humanos.
La situación en Haití sigue deteriorándose debido a la creciente violencia de pandillas, que controlan extensas zonas del país, incluidas áreas estratégicas de la capital como Fuerte Dimanche y La Saline. La falta de seguridad y la restricción en el uso de teléfonos móviles dificultaron que los residentes alertaran sobre la masacre a tiempo.
Crisis de Seguridad y Respuesta Internacional
El despliegue internacional para apoyar a la policía haitiana, solicitado por las autoridades en 2022 y aprobado por la ONU en 2023, ha sido insuficiente. Las fuerzas kenianas enviadas a Haití para ayudar no han recibido su salario durante dos meses, lo que ha provocado renuncias y mermado la capacidad operativa.
En un contexto de violencia persistente, este suceso recuerda otro trágico episodio ocurrido en octubre, cuando la banda Gran Grif asesinó a al menos 115 personas en Pont-Sondé, justificando la masacre como represalia por la cooperación de los residentes con un grupo de autodefensa local.
Mientras tanto, el Gobierno haitiano ha intensificado sus esfuerzos para regularizar el estatus civil de sus ciudadanos, en un intento por mejorar el acceso a servicios básicos en medio de una crisis humanitaria que se agrava día a día.