Washington/Kiev/Moscú – A través de contactos informales y en un contexto de tensiones geopolíticas crecientes, Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, y Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, han iniciado conversaciones preliminares para alcanzar un acuerdo político que ponga fin al conflicto armado entre Ucrania y Rusia. Aunque las diferencias entre ambos líderes son profundas, comparten el objetivo de buscar una solución que detenga la devastación en Europa.
Vladímir Putin, presidente de Rusia, está al tanto de los términos de estas conversaciones y ha optado por mantenerse en un segundo plano. Mientras tanto, Rusia refuerza su poderío militar con un presupuesto histórico, demostrando su intención de mantener una posición de fuerza. Putin espera que el cambio de liderazgo en Washington influya en el curso del conflicto.
En las últimas semanas de su mandato, el presidente Joe Biden autorizó el envío de $725 millones en armamento a Ucrania, incluyendo minas antipersonales, drones y misiles antitanque, un esfuerzo que, según expertos, no alterará la dinámica de la guerra bajo las actuales condiciones geopolíticas.
Una propuesta con raíces en la primera administración Trump
La iniciativa de Trump para un cese al fuego se basa en una propuesta redactada hace ocho meses por Keith Kellogg y Fred Fleitz, colaboradores cercanos y veteranos en temas de seguridad. Entre los puntos clave, la propuesta sugiere:
- Mantener el suministro de armamento a Ucrania, condicionado a la participación en negociaciones de paz.
- Posponer indefinidamente el ingreso de Ucrania a la OTAN a cambio de un acuerdo de paz verificable y garantías de seguridad.
Sin embargo, Zelensky rechaza esta propuesta. Exige garantías de ingreso a la OTAN y la recuperación total de los territorios ocupados por Rusia, demandas que Trump y sus aliados europeos, como Emmanuel Macron y Olaf Scholz, consideran inviables en el actual escenario.
Europa y la OTAN, en alerta
La OTAN y la Unión Europea ven con preocupación las negociaciones en curso. Temen que una tregua bajo los términos actuales pueda consolidar los avances territoriales de Rusia y debilitar a Ucrania estratégicamente. La dependencia económica y militar de la OTAN respecto a Estados Unidos plantea desafíos adicionales ante la inminente administración Trump, quien promete poner fin al conflicto "un día después de asumir" el 21 de enero de 2025.
Perspectivas inciertas
Con el cambio de liderazgo en Washington y el firme rechazo de Zelensky a las condiciones actuales, el conflicto en Ucrania enfrenta un futuro incierto. Mientras Trump busca una tregua inmediata, Zelensky y sus aliados europeos maniobran para evitar que el alto al fuego se convierta en una victoria táctica para Moscú.
El camino hacia la paz sigue plagado de obstáculos, con profundas divisiones en las posiciones de los actores clave y un tablero geopolítico que permanece en constante cambio.