RIO DE JANEIRO. – En el marco de la cumbre Urban 20 que concluye este domingo en Río de Janeiro, cerca de 87 alcaldes de todo el mundo hicieron un llamado urgente a los gobiernos del G20 para que asignen al menos 800.000 millones de dólares anuales (aproximadamente 759.000 millones de euros) a acciones climáticas urbanas, con el fin de apoyar a las ciudades en la reducción de sus emisiones contaminantes.
Este pedido será entregado este domingo al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien, en su calidad de presidente temporal del G20, lo presentará en la Cumbre de Líderes de las mayores economías del mundo, que se celebrará el lunes y martes en Río de Janeiro.
Los alcaldes sostienen que, para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones y cumplir con las metas del Acuerdo de París, los gobiernos nacionales y los organismos multilaterales deben realizar estas inversiones, al menos hasta 2030. Según sus cálculos, los recursos disponibles actualmente para las inversiones urbanas en acciones climáticas no superan los 200.000 millones de dólares anuales, una cuarta parte de lo necesario.
El volumen de inversión solicitado, afirman los alcaldes, «es fundamental para implementar y expandir proyectos climáticos a nivel municipal a nivel mundial, promoviendo entornos urbanos más saludables, sostenibles y dinámicos». Esta petición es respaldada por los miembros de Urban20, el Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM) y la red C40 Cities.
Pese a que las ciudades representan más del 70 % de las emisiones globales de gases contaminantes, los alcaldes subrayan que son también los lugares con mayores oportunidades para acelerar la descarbonización. Sus acciones climáticas pueden, aseguran, generar un progreso significativo en la lucha contra el cambio climático, siempre que los países adopten metas más ambiciosas de reducción de emisiones.
«Invertir en soluciones urbanas, como transporte de bajas emisiones, energía limpia e infraestructura resiliente al clima, no solo permite reducir las emisiones, sino que también genera crecimiento económico y millones de empleos», afirman.
Con la financiación solicitada, las ciudades calculan que podrían convertirse en motores del crecimiento verde y generar un retorno de 23,9 billones de dólares hasta 2050. Además, aseguran que al priorizar las soluciones climáticas para los más vulnerables, las ciudades pueden impulsar un crecimiento económico más inclusivo.
En su solicitud, los alcaldes hacen hincapié en la necesidad de apoyar a las comunidades más afectadas por el cambio climático, por lo que piden a los bancos multilaterales que destinen al menos el 40 % de sus créditos en condiciones preferenciales a proyectos liderados por las ciudades que prioricen a los más pobres.
«Invertir en las ciudades no es solo una inversión en resiliencia climática, sino también un compromiso con un futuro urbano más saludable e inclusivo», declaró el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes.
La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, resaltó que los gobiernos municipales son los que enfrentan a diario los efectos del cambio climático en sus comunidades, y por ello tienen la capacidad de liderar la transformación urbana, convirtiendo las ciudades en lugares más verdes, saludables y sostenibles. No obstante, enfatizó que para lograr verdaderos avances, es necesario que se respalden estas ambiciones con inversiones reales.
Como ejemplos de proyectos exitosos, los alcaldes mencionaron el plan climático de Medellín, en Colombia, que busca reformar edificios, expandir las energías renovables y mejorar el transporte público, así como el plan de Londres para invertir en infraestructura para vehículos eléctricos, bombas de calor y sistemas de calefacción regional.