Estado Unidos — La batalla por el dominio de la inteligencia artificial ha dado un giro judicial de gran magnitud. La empresa xAI, fundada por Elon Musk, presentó una demanda contra su exingeniero Xuechen Li, a quien acusa de robar secretos comerciales y el código fuente completo de su sistema Grok, la plataforma de IA con la que Musk busca competir directamente con ChatGPT.
Según documentos judiciales, Li —quien obtuvo un doctorado en Stanford y se unió a xAI en 2024 como uno de sus primeros ingenieros— habría copiado documentos confidenciales desde su laptop de trabajo a dispositivos personales poco después de aceptar una oferta laboral con OpenAI. La denuncia sostiene que el ingeniero intentó encubrir sus acciones borrando historiales, modificando archivos y comprimiendo datos antes de transferirlos.
Las acusaciones también apuntan a que Li vendió previamente acciones de xAI valoradas en más de 7 millones de dólares, lo que para la empresa representaría un posible aprovechamiento financiero antes de la supuesta filtración.
Durante una reunión en agosto, el exingeniero habría admitido tanto de manera verbal como por escrito haber tomado los documentos y haber intentado ocultarlo, según la demanda.
La justicia estadounidense ya concedió a xAI una orden de restricción temporal que impide a Li trabajar en OpenAI en cualquier función relacionada con inteligencia artificial generativa y compartir la tecnología hasta que se confirme la eliminación de los archivos sustraídos.
El propio Elon Musk denunció públicamente el caso en su red social X, asegurando que Li “aceptó una oferta en OpenAI y luego subió todo nuestro código fuente”.
El caso se produce en medio de una intensa competencia global por el talento en IA, donde gigantes tecnológicos y startups luchan por reclutar a los mejores especialistas. También refleja la creciente tensión entre Musk y OpenAI, empresa que él mismo ayudó a fundar en 2015, pero de la cual se distanció años más tarde.
De comprobarse las acusaciones, este episodio podría convertirse en uno de los mayores casos de robo de secretos tecnológicos en la historia reciente de Silicon Valley, con profundas implicaciones para la industria de la inteligencia artificial.